"Si el campo no produce, la ciudad no come"

Rocío Mañes Herrada, una joven de 22 años residente en Torás, municipio de la provincia de Castellón perteneciente a la Comarca del Alto Palancia, que desde hace 7 años decidió dedicar su tiempo íntegro a las labores del campo. Esta pasión por el campo y el entorno rural le viene de familia, dedican todo su tiempo al trabajo del sector primario. A su corta edad, trabaja, cosecha y mantiene los campos de los que vive: olivos, almendros y sobre todo, carrascas truferas.

¿Cómo empezaste a interesarte por el trabajo en el campo?

Me empecé a interesar porque mi familia ha estado desde siempre trabajando en el campo y desde pequeña les he acompañado. Al final descubrí que eso era lo que me gustaba, ha sido lo que he vivido de siempre.

¿Cuánto tiempo llevas dedicándote a esto?

Como te decía, he ido desde bien pequeña al campo, pero mi dedicación al 100% empezó a los 16 años.

¿A qué cultivos te dedicas?

Yo me dedico a la carrasca trufera, a los olivos y a los almendros.

Cuéntame, ¿Cómo es que una chica tan joven decida dedicar su tiempo al campo y no a otras cosas como lo hace la gente de tu edad?

Básicamente porque es lo que me apasiona, es muy satisfactorio porque después de trabajar muy duro siempre obtienes tus frutos de calidad y además siempre se pueden hacer mejoras y eso hace que te impliques más por tu labor.

El trabajo de la mujer en el campo, ¿está normalizado? ¿Has tenido alguna mala experiencia por el simple hecho de ser mujer?

Ahora si que se ha normalizado un poquito más, pero nunca ha estado normalizado, de hecho, muchas de las mujeres que trabajamos en el campo hemos sufrido ‘bullying’ en algún momento. Estoy contenta porque cada vez se ven más mujeres rurales, más plataformas dedicadas para apoyarnos, también hay más presidentas de asociaciones. Poco a poco se ha normalizado, pero queda muchísimo por hacer.

¿Qué es lo más sacrificado de tu trabajo?

Todo el trabajo en sí es muy duro, pero creo que lo más sacrificado sin duda alguna es que este tipo de trabajo no se valore, tanto la gente como los comercios. La visión de que el trabajo en el campo es duro, pero luego prefieren comprar productos industriales que productos de calidad que es por lo que trabajamos nosotros, eso al final te genera impotencia porque trabajas por un producto de muy buena calidad que luego son muy pocos los que los valoran.

¿Y lo más positivo?

Lo más positivo que yo saco es el aprovechar todos los recursos que nos da la naturaleza y estar conectada el 100% de mi tiempo con la naturaleza.

¿Echas de menos o envidias el modo de vida de amigos tuyos que no se dedican a cosas muy diferentes?

Lo único que podría echar de menos es el tiempo, a veces me faltan horas en el día para hacer todo lo que tengo que hacer. También echo de menos el tener suficiente tiempo para disfrutar con mis amigos.

¿Crees que la gente joven como tú valora los entornos rurales?

Creo que la gente joven sí que valora entornos rurales y naturales, pero no el trabajo que hay detrás.

Con toda la situación que hemos pasado este último año, ¿Qué ha supuesto la pandemia para ti? ¿Has podido continuar trabajando?

La pandemia ha supuesto una afirmación de dos cosas: una, lo importante que es el campo, si el campo no produce la ciudad no come y la otra que donde mejor se está es en el campo. Y sí, gracias a dios durante la pandemia todos los trabajadores del sector primario pudimos seguir trabajando para sacar adelante nuestras cosechas.

¿Qué es lo más bonito de vivir en un entorno rural?

Lo más bonito la gente, en los pueblos todo el mundo es muy agradecido, siempre tienes un vecino que, aunque esté en la otra punta del pueblo sabes que cuando lo necesites va a estar ahí. Aquí constantemente nos hacemos favores unos a otros sin pedir nada a cambio. Otra cosa que valoro mucho es vivir en plena naturaleza, entre montañas. Para mí eso representa la vida más natural y salvaje que se puede tener y es lo más precioso que una persona puede tener.

¿Crees que la gente valora cada día más el mundo rural? ¿Por qué?

Creo que la pandemia ha ayudado bastante a que se valore más el mundo rural. Cada vez la gente se anima a conocer más los entornos rurales y empieza a valorar un poco más el trabajo que hay detrás de este mundo, pero lo dicho, todavía queda mucho por hacer.

Si tuvieras que mandar un mensaje a toda la gente joven, ¿Cuál sería?

Les invitaría a que lo conocieran, a que descubran qué hay detrás de un campo, de un pequeño comercio, en definitiva, que conozcan a la parte esencial del mundo rural que ayuda a que sigan existiendo. Creo que si se animaran a conocer desde dentro lo que es el mundo rural muchos acabarían apostando por una vida aquí. Tenemos un problema que es la despoblación y que la gente joven venga aquí es una solución viable, además aporta una calidad de vida que en las ciudades no se puede conseguir.

Rocío Mañes Herrada nos abre las puertas de su lugar de trabajo y nos cuenta sobre su día a día y nos enseña más detalladamente alguno de sus campos.