Chorda: "la gente valora cada vez más la calidad del producto artesanal"

Jose Vicente Chorda, dueño de Carns Chorda, carnicería que lleva abierta al público desde el año 1996 en Benavites, municipio de la provincia de Valencia. Deleita el paladar de sus clientes gracias a la esencia del negocio familiar en el que pone todo su empeño para conseguir un producto final artesanal y de máxima calidad. Sus especialidades son: las hamburguesas caseras, el embutido también casero, la vaca gallega y la ternera.

25 años de negocio ¿Cuál es vuestra esencia?

Nuestra esencia es mantener la calidad de nuestros productos y esto solo se consigue con mucho esfuerzo y dedicación, es decir, horas y horas de trabajo que luego dan sus frutos. ¿Cómo se introduce uno en este mundo?

A mí me lo deparó el futuro, me dedicaba a otra cosa muy diferente, jugaba a pilota valenciana, y de repente sin saber por qué un ciclista que tenía una carnicería me llamó para trabajar, empezó todo como una broma, repartiendo a bares, y terminé con una carnicería y aquí sigo desde hace más de dos décadas.

Desde 1996 tienes la carnicería, pero tengo entendido que hace varios años el negocio se expandió ¿Cómo surge eso?

Exactamente, desde 2015 me monté otra empresa con un socio: PROCARN Valencia. Esta oportunidad surgió por el esfuerzo y dedicación durante muchos años y, sobre todo, de la producto que ofertamos. PROCARN se dedica exclusivamente a hostelería (bares, restaurantes, banquetes) y Carns Chorda a la venta al por menor, es decir, a toda la gente que viene al local a comprar.

¿De dónde procede la materia prima con la que realizáis vuestro producto final?

Nuestra materia prima procede de ganaderos de toda la vida y desde hace un tiempo de Galicia, sobre todo.

¿Cuál es vuestro producto estrella?

Tenemos dos productos estrella: la vaca gallega y la ternera. Aparte de eso, las hamburguesas caseras y el embutido artesanal son el producto estrella que viene a buscar la gente, sobre todo los jóvenes.

¿Qué caracteriza a vuestros productos? ¿Qué los hace diferentes?

Lo que caracteriza a nuestros productos son las maduraciones en cámara. Por ejemplo, a la ternera se le da de 15 a 20 días y la vaca entre 30 y 45 días.

¿Cuál es la época en la que más trabajáis?

Ahora prácticamente se mantienen las ventas más o menos durante todo el año, sí que es verdad que en verano y en navidad las ventas se disparan por la cantidad de gente que visita el pueblo. Antes de la pandemia sí que es verdad que los meses en los que se celebraban bautizos, comuniones y bodas vendíamos mucho.

¿Qué ha supuesto la pandemia para vosotros? ¿Os habéis tenido que reinventar?

Totalmente. Yo antes no sabía lo que era el Facebook ni como funcionaba tampoco, gracias a esta red social hemos conseguido una cuota de mercado que no pensábamos que la tendríamos nunca. Lo mismo con Instagram. Todos los pedidos que nos hacían durante el confinamiento eran a través de estas redes sociales.

¿Habéis sacado algo positivo a raíz del confinamiento?

Desde luego, la satisfacción y emoción con la que llegaba a casa después de haber ido a llevar producto a las casas de la gente que no podía salir bajo ningún concepto. La gente te lo agradecía mucho y eso hacía mucho tiempo que no me pasaba.

¿Qué es lo más duro de tu trabajo? ¿Y lo más satisfactorio?

Que muchas veces sabes cuando entras, pero no cuando vas a acabar. También el saber tratar a los clientes, no todos son amables. Lo más satisfactorio es cuando te felicitan, la gente no lo suele hacer. Cuando todo va bien no te dicen nada pero cuando tienen un problema se quejan, entonces cuando te llaman y te dicen lo bien que les ha salido el producto es una gratificación enorme.

¿Qué me podrías decir de los productos cárnicos que se venden en grandes supermercados?

Que al final lo que predomina es el precio a la materia prima, es decir, lo que importa es vender muchos kilos independientemente de la calidad para así bajar el coste de venta y vender lo máximo. Obtienen así lo que se denomina materia prima comercial para alcanzar a todo tipo de clientes.

Desde la experiencia como carnicero, ¿recomendarías los productos cárnicos de las grandes superficies?

Creo que la repuesta es obvia. Está claro que en las pequeñas carnicerías todo es producto natural con los mínimos aditivos posibles como se hace desde la antigüedad en este tipo de comercios.

Por último, ¿por qué comprar en una carnicería de pueblo? ¿por qué en Carns Chorda?

Porque cada vez somos menos y porque se trabaja como se hacía en la antigüedad, al estilo artesanal y tradicional. Hacemos todo nosotros, trituramos la carne en fresco, añades los ingredientes naturales, en definitiva, lo haces todo tú y eso al final es lo que encarece el precio final comparado a los productos de las grandes superficies. Sí que es verdad que cada vez más la gente viene a buscar producto de calidad, sobre todo, la gente joven que antes no veían.